Elizabeth y Juan, Perú

Nacimiento en enero de 2020.

Somos Elizabeth y Juan, un matrimonio de Perú que nos casamos en el año 2015. Nos quedamos embarazados el primer año, pero sufrimos un aborto espontáneo. Dejamos pasar un tiempo largo y el año 2018 retomamos el seguimiento de las gráficas del método Billings que habíamos aprendido como método de planificación familiar en los cursos de preparación al matrimonio por consejo de nuestro asesor espiritual el P. Alejandro. A medida que los meses avanzaban, no logramos el deseado embarazo. Es por ello que buscamos ayuda con un ginecólogo, que luego de unos meses de hacernos las evaluaciones y ver que en teoría todo andaba bien, salvo la edad, nos ofreció utilizar los métodos de reproducción asistida, lo cual, además de no permitir encontrar la causa-raíz de la infertilidad, ser costosos y con baja efectividad, iban en contra de nuestra fe católica.

La tentación siempre está presente, parece que si tienes dinero y acudes a las técnicas de reproducción, llegará el hijo. Otro amigo sacerdote, el Padre Alfonso, nos aconsejaba y nos recomendó no ir por ese camino, enseñándonos a no decaer en la fe.

Un mes antes de cumplir los 5 años de matrimonio se dió un nuevo embarazo, pero tampoco prosperó. Esto nos motivó a buscar más información sobre lo que nos podría estar pasando, así luego de varias horas de búsqueda en internet, nos apareció como sugerencia la Naprotecnología.

Fue una gran emoción saber de la Napro pues nos daba mucha esperanza, ya que a través de ella podíamos detectar la causa-raíz de por qué no se daba el embarazo, comprometer a los esposos a saber más de su fertilidad y ayudar a la mujer a tener una salud reproductiva.

Luego empezamos a documentarnos y nos dimos cuenta de que no había mucha información en español y que la génesis de todo estaba en el instituto Pablo VI; al cual escribimos y recibimos respuesta pero vimos que sería un camino un poco difícil con ellos. Pero no nos desanimamos y seguimos buscando hasta que encontramos la página de Naprotec en España.

Sin temor nos pusimos en contacto con Venancio y Jordina, muy amablemente nos orientaron y contaron su historia personal de esterilidad. Venancio nos facilitó los datos de contacto de Clínica Napro en México. Esta conversación nos dio mucho ánimo.

Inmediatamente nos pusimos en contacto con el Dr. Domínguez de Clínica Napro y tuvimos nuestra primera cita. Muy contentos y con trabajo por realizar, nos comunicamos con la monitora Rocío Ocampo recomendada por el Dr. Domínguez y con ella comenzamos las sesiones con el material que nos hizo llegar vía correo postal.

Era una muy buena señal para nosotros que todo se venía dando bien y que todo lo podíamos manejar a distancia desde Perú, pues hasta esa fecha no se sabía de doctores formados en Napro aquí en Perú. Así que ya con el material en mano, comenzamos a aprender a conocernos mejor y hacer las gráficas. Fue en ese proceso que nos dimos cuenta que llevábamos unos días de retraso, así que nos hicimos el test y tan grande fue nuestra sorpresa al ver que habíamos logrado el tan ansiado embarazo. Era mayo de 2019.

Inmediatamente nos pusimos en contacto con el Dr. Domínguez quien con la Naprotecnología nos asesoró hasta el final del embarazo, en paralelo al seguimiento con el médico local.

Hoy Juan Pablo ya tiene 8 meses y estamos seguros que de no habernos sostenido en nuestra fe, no hubiéramos conocido la Naprotecnología, la cual ha ayudado a muchos matrimonios y lo seguirá haciendo.