Es un método de reconocimiento natural de la fertilidad basado en la observación del moco cervical y del flujo vaginal. Lo desarrolló el  Dr. Thomas Hilgers a principios de los años 80, a partir de un método de moco llamado Billings.

La novedad del Método Creighton consiste en la estandarización de las observaciones, es decir, que desarrolla un código único para registrar las observaciones, igual para todos los usuarios del mundo, independientemente del idioma que hablen. Esta cuantificación permite establecer unos parámetros objetivos acerca de las características del moco, y con un sencillo sistema de puntuación, permite establecer criterios para evaluar el moco.

También describe una serie de biomarcadores, que ayudan a la valoración del ciclo menstrual, como son la duración exacta de los ciclos, la duración de la fase folicular y luteínica, la valoración del moco, etc.

La usuaria aprende a reconocer el fluido vaginal con observaciones puramente externas, y aprende a registrar sus observaciones en el particular código del método, a lo largo de varias sesiones individuales con una monitora. las sesiones pueden ser presenciales o a distancia. El método se enseña a lo largo de 8 sesiones en un año, con una sesión introductoria, durante la cual se presentan contenidos relevantes acerca del ciclo fértil femenino.

El método es una ayuda para que ambos miembros de la pareja aprendan a reconocer y apreciar el verdadero potencial del ciclo fértil femenino, y a respetar los tiempos de la mujer.

El método tiene un doble uso, según las intenciones y deseos de los usuarios: al reconocer los días fértiles del ciclo, permite a las parejas utilizarlo con la finalidad de concebir, o con la finalidad de aplazar un embarazo sin recurso a ningún método anticonceptivo.