Ester y Massimiliano (Italia)

El siguiente testimonio lo comparte desde Italia Ana María Ramírez Núñez, Monitora de del equipo de Naprotec.es (atiende desde Italia). La ginecóloga especialista de Napro que ayudó en el caso reside en Italia, Dra. Del Zoppo.

Con 35 y 38 años nos casamos un 26 de julio de 2012. De joven me había recetado la píldora para disminuir el flujo y los días de spotting. Antes del viaje de novios ya había dejado de tomar la píldora pues queríamos prepararnos para concebir un hijo. Empezamos a buscar un embarazo después de seis meses de casados.

Desde Enero de 2013 me cité con mi ginecóloga para este fin y nos dio la tranquilidad de esperar un año antes de hacer pruebas. Como pasaba el tiempo y seguía sin quedarme embarazada, me realicé exámenes más específicos para descartar problemas y todas las pruebas, incluido el seminograma de mi marido, salieron bien.

Había detectado que al dejar la píldora la menstruación venía con un spotting previo que era mucho más abundante que antes, también se me había alargado el tiempo de sangrado de 2-3 días pasó a 4-5 días y esto me preocupaba.

Otro factor que nos afectó fue que en las relaciones sexuales nos centrábamos mucho en la búsqueda del hijo y no en estar el uno con el otro por lo que una psicóloga nos recomendó descansar, relajarnos durante el tiempo de vacaciones y, puesto que todos nuestros exámenes habían salido bien, quiso quería tranquilizarnos diciéndonos que al final siempre podríamos recurrir a la fecundación asistida.

¡¿Fecudanción asistida?! Un momento, esto no era lo que estábamos buscando. Quienes pasamos por esta situación, siempre nos preguntamos si estamos haciendo todo lo posible, incluso en algún momento nos planteamos la adopción, pero la fecundación asistida no entraba en nuestros planes. Fue en este camino de búsqueda donde íbamos tras la pista de nuevos médicos que fueran más acordes con nuestro pensamiento cristiano, ya que vemos el hijo com un don y no como un derecho.

Por internet en la UCCR (Unión de Cristianos Católico Racionales) encontramos un enlace sobre la Naprotecnología. El primer contacto lo hicimos con una de las ginecólogas especialistas, la Dra. Del Zoppo, quien primero nos derivó a una monitora de Creighton, Ana María Ramírez Núñez, para realizar los tres meses de observación y registro de las gráficas. Al principio no fue fácil reconocer el moco cervical y llevar el registro, pero entendía que esto me estaba ayudando a conocer más mi cuerpo y que el propio método me estaba invitando a tener tranquilidad, paciencia, constancia y mucha confianza.

Después de tres meses de observaciones, nos presentamos en el estudio de la Dra. Del Zoppo con la gráfica completa. Lo primero que nos dijo, y era conforme a nuestras ideas, es que un hijo nadie lo puede prometer, se trata de un regalo de Dios y que haría todo lo posible para corregir los problemas de salud que encontrase. Esta manera de pensar era conforme a nuestros principios y nos sentimos muy identificados con su propuesta.

De la simple observación de la gráfica diagnosticó una alteración hormonal, esto me dio tranquilidad al saber que había una causa por la que no me quedaba embarazada y lo curioso es que ninguna de las anteriores pruebas la había detectado.

Me pidió unos análisis en días específicos de mi ciclo, también hizo un seguimiento folicular y detectó una ovulación débil. Con todas esta información aplicó una terapia adecuada a mi caso con estrógenos y progesterona.

Además de conocer mejor el ritmo de mi cuerpo de mujer, todo este proceso ha reforzado la relación con mi marido y nos ha ayudado a vivir nuestras sexualidad con una implicación más activa, pudiendo decidir y libre de obsesión.

Después de 6 meses de terapia ¡me quedé embarazada! La alegría fue indescriptible. Nuestra hija Anna nació el 19 de Junio de 2016.

Podemos afirmar, porque lo hemos experimentado en primera persona, que la Naprotecnología es una opción más que válida y que debería ser dada a conocer en todos los países, porque funciona sin ser invasiva para el cuerpo y porque ayuda en la relación de pareja ya que consiste en un camino que se realiza juntos día tras día. Además, busca las causas de la infertilidad en modo exhaustivo, yendo a la raíz del problema.

Para terminar queremos dar las gracias de corazón a la Dra. Del Zoppo y a Ana María Ramírez Núñez, monitora de Creighton, por su profesionalidad, constancia y entusiasmo en este camino que hemos recorrido juntos. Deseamos que nuestra experiencia pueda llevar este nuevo mensaje a tantas parejas que tienen nuestro mismo deseo y llegue también a médicos y profesionales para que puedan conocer y difundir este método.